20 Oct Emoción sucedánea
¿Por qué algunas personas lloran cuando toca reír, celebrar o aplaudir?
Vengo observando en programas como “La Voz” o “Cámbiame de noche”, y en otros, que hay concursantes que cuando están felices porque han sido seleccionados: LLORAN, o cuando les han cambiado la imagen y se encuentran “espectaculares”, también LLORAN. Y también lloran todos los familiares que les acompañan.
Este sería un ejemplo del tópico “llorar de alegría”; claro que, por esta regla de tres, habría que “reír de tristeza”. Sin embargo, cuando los concursantes pierden o no están felices, también LLORAN.
¿Qué está ocurriendo cuando no expresamos la emoción adecuada? Lo más probable es que en nuestro entorno de niño se descalificase una emoción y decidimos utilizar otra cosa en su lugar.
Si no se nos permitía estar felices y contentos, entonces utilizábamos, por ejemplo, la tristeza, como sucedáneo, pero no era la emoción adecuada a la situación.
Para que esto ocurra, la descalificación pudo ser de forma explícita y repetida con frases como: “no te rías tanto que te vas a ahogar”, “deja de reír que pareces tonto/a” o “no sé por qué estás siempre tan contento/a”; o de forma más implícita mediante lenguaje no verbal: cachetes cuando reíamos, miradas fulminantes, gestos de desaprobación de las personas que tenían autoridad como los padres, los abuelos o los profesores.
Utilizar una “emoción sucedánea” en vez de la adecuada a la situación que está teniendo lugar, no solo ocurre con la alegría y la tristeza sino con todas las demás emociones.
Una de los aspectos que se descubren con el coaching, entre otros, es a identificar las emociones y llamarlas por su nombre para saber qué nos está pasando en cada momento.
Sol Miralles es Coach Ejecutivo por la Escuela Europea de Coaching y Associate Certified Coach por la International Coach Federation (ICF)
Sorry, the comment form is closed at this time.